Ubicada en Valldemossa, un lugar con aires medievales en un valle rodeado de montañas declarado patrimonio de la humanidad. Sumergidos en la Sierra de Tramontana, se ha proyectado una vivienda participe de la arquitectura del lugar con muros de gran espesor de piedra calcárea, huecos verticales y persianas mallorquinas tradicionales del lugar. 

El cuerpo de la casa se cobija bajo una cubierta tradicional, mientras que en el interior se consigue un carácter contemporáneo articulado por una doble altura. La doble altura desdibuja las estancias, haciendo que la primera planta también participe junto al nivel inferior de los placeres de la vida diaria.

El resultado es una casa singular que discretamente convive con el paisaje rural, pero saca el máximo provecho de las condiciones del terreno y enmarcan y ponen el foco en las vistas de la sierra Tramontana. Un sito perfecto para la desconexión.